40 relatos. Donald Barthelme. Reverso Editores, 2006 Traducción de Alejandra Devoto. |
Autor de cuatro novelas y de varios escritos de difícil clasificación, Barthelme es reconocido sobre todo en el terreno de la narrativa de ficción de formato reducido; sus más de cien relatos publicados a lo largo de más de veinte años en diversas colecciones fueron finalmente revisados y agrupados en dos grandes antologías: Sixty Stories (1981) y el volumen que encabeza este escrito, Forty Stories (1987).
Acercarse desde una perspectiva crítica a una obra de la envergadura de 40 relatos precisa de una impedimenta que debería incluir las aportaciones académicas del último medio siglo en literatura norteamericana y literatura comparada. Sin embargo, y siempre que se pueda permanecer incólume a la perplejidad en que sume a todo aquel que se acerque desprevenido a la obra de Barthelme, también desde la ingenuidad del lector común saltan a la vista algunas características que hacen que su lectura acabe teniendo algunas especificidades singulares.
"El genio define "respuesta inapropiada": -Supoga que me llama por teléfono un amigo mío y me pregunta: "¿Está ahí mi mujer?". "No -le respondo-, han salido, tu mujer y la mía; llevan sombreros nuevos y se van a entregar a los marineros". Mi amigo se queda atónito con la noticia. "Pero, ¡si hoy son las elecciones!", exclama. "¡Y está empezando a llover!", digo yo."!La primera de esas peculiaridades con que se topa el lector en los primeros relatos de la antología es su carácter de catálogo de técnicas narrativas alternativas a las usuales, en que cada relato debe diferir forzosamente del anterior -este es el desafío que el autor se acepta a sí mismo-, que retuercen la tradición del relato breve, y que dan la sensación de pretender establecer un nuevo canon en cuanto a las formas; por ejemplo, el efecto amplificador que consigue dotar a algunos de los relatos mediante la simplicidad sintáctica; no existe apenas caracterización de los personajes y las descripciones son esquemáticas y parciales -y uno diría que intencionadas-: es el imperio de la sugerencia, la complejidad reside en lo que no se dice ni sucede pero sí que se adivina. Junto a ello, la entronización del absurdo y, notoriamente -su efecto es hilarante-, la utilización de tramas sobradamente conocidas ampliamente tergiversadas para explorar caminos alternativos -"qué hubiera sucedido si... en lugar de..." o "cuál es la versión que subyace a la interpretación comúnmente aceptada"-; en este sentido, los relatos que hacen referencia a las conversaciones de Goethe con Eckermann (Conversaciones con Goethe), al mito de Barbazul o a la tentación de San Antonio (La tentación de San Antonio de Gustave Flaubert), son un ejemplo de hasta dónde se puede llegar mediante la manipulación de contenidos establecidos.
La sensación primordial es que parece que algunos relatos abren puertas que muy pocos escritores han vuelto a transitar, como si fueran abiertas a caminos desconocidos cuyo recorrido se deja para un futuro más o menos próximo, unas migas de pan que marcan un camino hacia un destino oculto. Otros, en cambio -"La niña" sería la muestra más palpable- parece que cayeron en un terreno más fértil y su semila germinó en algunos escritores norteamericanos de la siguiente generación a Barthelme, particularmente autores agrupados estilísticamente en torno a David Foster Wallace.
En todo caso, una lectura imprescindible para explorar las fuentes de una de las corrientes más caudalosas de la literatura norteamericana actual.
Calificación: *****/*****
Entrevista de Bill Gutheil a Donald Barthelme en el programa The Writer de KUHT Huston, Texas
Algunos recursos principal o secundariamente relacionados con Donald Barthelme en este blog: