17 de enero de 2022

Malos pensamiento y otros

 

Malos pensamientos y otros. Paul Valéry. Abada Editores, 2021
Traducción de Malika Embarek López. Epílogo de José Luis Gallero

Es posible ―o eso dicen los entendidos― que la poesía de Valéry haya envejecido mal; es más, probablemente, era ya anacrónica en su tiempo ―una aseveración bastante arriesgada; hay quien dice lo mismo de la música de Johann Sebastian Bach―; personalmente, no estoy cualificado para  juzgar una tesis semejante. En cambio ―y ahí ni sé si coincido con los expertos, pero no me importa nada―, el Valéry prosista resiste de forma espléndida la tiranía de la edad ―es más, se diría que mejora―: los Cahiers son una crónica íntima comparable en algunos aspectos, como el retrato que se obtiene del autor, a los Essais de Michel de Montagne, y sus prosas breves ―me resisto a la denominación de aforismos― se hacen más vigentes con el paso del tiempo.

No me siento capaz más que de dejar fe de la relectura en castellano de Malos pensamientos y otros (Mauvaises pensées et autres, 1942) a principios de este 2022, que será un año de cambios para el cual me conviene pertrecharme con un equipamiento de esta categoría. Pero recomiendo a todo lector que busque algo más que entretenimiento a este Valéry de las formas breves; y para comentarios o notas de lectura, remito al excelente epílogo de José Luis Gallero incluido en esta edición. Y solo con valor de muestra, transcribo a continuación algunos de estos pensamientos malvados, con la intención de motivar la lectura del volumen completo.

«Cada pensamiento es la excepción a una regla general: la de no pensar».
«Que todos los sistemas acaban en mentiras es indudable. Lo contrario sería imposible y antinatural. En cuanto a sus comienzos, podemos debatir sobre la buena fe».
«Todo se compone, se combina, se sustituye, se compensa, se enreda y desenreda, y eso es la Mente».
«Debemos aprender a no creer en nuestro pensamiento porque sea nuestro. Debemos, por el contrario, contenerlo y tratarlo con una desconfianza mayor, porque es el nuestro».
«Los Optimistas escriben mal».
«Érase una vez un hombre que se volvió sabio. Aprendió a no hacer ningún gesto ni dar ningún paso que no fuesen útiles. Poco después, lo encerraron».
«Solo hay una cosa que hacer: rehacerse. No es sencillo».
«Lo que no se parece a nada no existe».

«La rana quiso ser tan grande como el buey. 

El inicio de esa operación fue satisfactorio. Antes de explotar, pudo albergar la ilusión de que engordaba según su objetivo.

Pero otra rana quiso ser tan pequeña como una mariposa. Ni siquiera pudo empezar encogerse.

Moraleja: es más fácil volverse más grande, o, al menos, soñar con ello, que volverse más pequeño. Ello se ve en los poetas y artistas que adquieren demasiado pronto las maneras, el vozarrón, la escritura apretada, de trazo somero y los atajos fulminantes que los grandes hombres adoptaron con naturalidad en su “tercera manera”, y ello desde el principio.

Les resultaría más penoso hacer lo contrario, asimilar lo que emprenden, reducir el deseo de ser geniales, a la voluntad y la paciencia que exige el simple rigor. Pasad primero diez años dibujando un pie desde todos los ángulos, y luego podréis abordar el retrato de una manzana o un pez. Pero, dicen, es la creación a través del arrebato lo que mueve… y sus prodigios. No, eso es lo fácil. Si os tenéis estima, temedlo… »

«Si quieres vivir, quieres también morir; o no comprendes la vida».

Otros recursos relativos al autor en este blog:

Notas de Lectura de Valéry. Tratar de vivir

Notas de Lectura de Proust y otros estudios literarios

Notes de Lectura de Tal Qual

Notas de Lectura de Alfabeto

Notas de Lectura de Monsieur Teste

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