31 de marzo de 2015

Lecturas de marzo

Ni puc ni vull. Lydia Davis. Edicions de 1984, 2015
Traducció de Yannick Garcia
Les més elementals normes de la lògica dicten que individus normals enfrontats a situacions quotidianes prenen decisions habituals; naturalment, aquesta realitat gris, avorrida i previsible semblaa poc explotable des del punt de vista literari, a menys que fem elàstic el concepte de “normalitat”. Aquest és el terreny que explota la literatura de Lydia Davis: o les situacions són només aparentment habituals o els seus personatges acostumen a tenir certes peculiaritats, petites inadaptacions, lleus disfuncions, que l'autora aprofita mostrant la ridiculesa de l'intent d'anàlisi racional dels costums més establerts. Són precisament aquestes pecularitats les que suporten l'entramat narratiu, dens i profund, tant de Ni puc ni vull com d'altres textos de l'autora, personatges que no acostumen a tenir, com és habitual, conflictes amb la parella, amb els veïns o amb els companys de feina, sino amb si mateixos; i que són retratats amb una impietosa cruesa. A Ni puc ni vull hi conviuen els relats més obsessius -alguns personatges exhibeixen amb tota normalitat unes neurosi canòniques- i els fragments més elementals, flaixos que enceguen al lector desprevingut que té tendència a sentir-se agombolat per aquesta prosa aparentment senzilla i digerible. Tampoc l'extensió dels relats és homogènia, ja que s'hi inclouen des de textos d'una sola línia fins alguns de vàries pàgines, i també de diferent intensitat: des de la confessió íntima a la descripció més assèptica; alguns que semblen, tant per format com pel contingut, avisos; d'altres, generalment el més curts, semblarien fregar el territori de les confessions; alguns, finalment, els més aconseguits, prenen el format de "Carta a…".
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Lancha rápida. Renata Adler. Sexto Piso, 2015
Traducción de Javier Guerrero
¿Qué es primero, la disposición hacia una cierta forma de vida, o la exposición que crea la expectativa? Incluso en el triunfo, en una vida que haya colmado la mayoría de las aspiraciones, parece haber quedado algo en el camino, algo impreciso e indefinible que tal vez en su tiempo ni siquiera representó una aspiración. Sí, hemos sido felices y hemos conseguido casi todo aquello que nos propusimos; sin embargo... Este sin embargo es el terreno que explora Renata Adler en Lancha rápida. El campo de juego es el mundo del periodismo -de cierto periodismo, y en sentido amplio- en los años 70 del siglo pasado en Estados Unidos: viajes exóticos, corresponsales cómplices, lugares peligrosos, una vida aventurera y glamourosa; sin embargo,el texto constituye un paseo por el lado salvaje -"la resaca de la fiesta de los años 60"-, un camino al borde del abismo recorrido inconscientemente, sin hacer caso del peligro u obviándolo como si no existiera, ignorando el precipicio, caminando alegre y despreocupadamente por el filo. Adler pasa una mirada severa y nada complaciente hacia una educación elitista que escondía, con la connivencia de todos los implicados, las carencias emocionales, e incluso humanas, de una sociedad lanzada al galope ciego hacia el abismo de la inconsciencia, "tratando de mantener una apariencia de vidas decentes". Y de aquellos polvos, estos lodos: una generación desencantada en la que la promiscuidad, en todos los sentidos, sustituye al compromiso, también de cualquier clase. Se trata de una mirada inteligente au-dessus de la mêlée de quien forma parte del mismo sistema que denigra pero posee la suficiente capacidad de abstracción para revelar de sus carencias.
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Ellos y yo. Jerome K. Jerome. La Fuga Ediciones, 2015
Traducción y prólogo de Manuel Manzano
Los ingleses serán todo lo protestantes que quieran -al fin y al cabo lo son por un asunto de faldas-, pero el humor inglés se encomienda a una Santísima Trinidad -dignos herederos de una tradición que podría remontarse a Laurence Sterne- de libro: Woodehouse, Saki y Jerome; o, si se quiere, por seguir con el símil religioso, los tres brazos de la cruz -el cuarto podría ser Durrell- en la que se crucifica a la sociedad británica, mientras canta "Always look on the bright side of live"). Comprar una casa y reformarla puede ser un asunto laborioso, pero hacerlo acompañado de tres hijos inclasificables puede llegar a ser un empeño inútil: tomar una situación normal e ir añadiendo detalles irónicos, contados con la mayor seriedad, hasta tergiversar la situación por reducción al absurdo; hacer un uso inteligente de los diálogos, ágiles y luminosos, que rozan la sinrazón y en los que cada personaje interpreta invariablemente su papel... Éstas son las señas de identidad del humor de Jerome, un humor blanco, optimista, un humor inteligente que busca la sonrisa en lugar de la carcajada y que deja en el lector el buen sabor de boca de los clásicos del género.
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Punts de fuga. AA. VV. Males Herbes, 2015
Seguint l'estela d'uns exercicis comuns en altres llengües però escassos en català, Males Herbes, editorial menuda però valenta que prové d'una revista de ciència-ficció, proposa a 26 escriptors catalans contemporanis, cultivadors de diferents gèneres, escriure un relat que tingui a veure amb els viatges en el temps. Se suposa que cada autor portarà l'aigua al seu molí, oi? Doncs no: alguns es reconeixen en els temes o en l'enfocament del repte, però d'altres sobrepassen el seu estil i, brillants, es fan tan irreconeixibles com poderosos, demostrant una vegada més que la literatura "de gènere" pot ser tan seriosa com la "desgenerada". Un experiment lluminós i reeixit que estaria bé repetir amb altres propostes.
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10:04. Ben Lerner, Penguin Random House, 2015
Traducción de Cruz Rodríguez Juiz
La segunda novela de Ben Lerner cambia el tema de su obra anterior pero ahonda, ahora en su lugar original en lugar de Madrid, en el retrato de cierta clase cultural -que parece trascender lo social pero que, naturalmente, no consigue distinguirlas ni aislarlas: pijos con ínfulas culturales- de una gran urbe, con aspiraciones infantiles -o infantiloides- aunque rocen la treintena, relaciones hiperbreves con acentuado sentido utilitario y aspiraciones de futuro que llegan justo a pasado mañana. ¿Cómo? Mediante la narrativa de la levedad, con un estilo -o falta de estilo que, conviene recordar, también es una opción- rayano en lo oral, con episodios sucesivos y aislados que parecen prefigurar algún desorden psíquico genético, social o inducido. La inteligencia, la preparación básica para desenvolverse con garantías en un entorno cambiante, puede alentar una visión irónica, desde una posición social levemente privilegiada, que no constituirá un sistema de defensa sino una válvula de escape, una excusa para el no-compromiso -en sentido amplio-, una visión de pájaro ficticia sobre una realidad a la que se juega a rechazar pero a la que es incapaz de analizar seriamente (1). Pero por debajo de un discurso irónico y narcisista subyace una serena reflexión sobre el oficio de escritor y acerca de sobre qué y cómo se ha de escribir. Todo ello sin olvidar que a menudo, el origen de una obra literaria -una mentira: "la mentira describía mi vida mejor que la verdad, hasta que se convirtió en una especie de verdad"- es un recuerdo falso o falsificado -otra mentira-: el escritor sería, pues, un embustero patológico que se funda en una mentira para engañar, a conciencia, a un amplio auditorio. Sorprendente.
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Bajo el techo que se desmorona. Goran Petrovic. Sexto Piso, 2014
Traducción de Dubravka Sunzjevic
Un mesón que se convierte en hotel que se convierte en cine: comer-dormir-soñar, necesidad fisiológica-necesidad biológica-necesidad cultural; en cualquier caso, un albergue para, principalmente, solitarios que solamente acceden a socializarse en segunda opción en locales en los que se acostumbra a relacionarse con desconocidos; vidas insignificantes que materializan sus aspiraciones en la ficción cinematográfica. La sala de cine como el lugar vertebrador de las relaciones entre los ciudadanos, la igualación -aunque las filas se ocupen corporativamente-, el rasero: ¿el Estado? ¿Yugoslavia? Tal vez, pero ¿es imprescindible llevar al límite la metáfora? ¿Qué era Yugoslavia? ¿Una comunidad que compartía techo? Ah, la fatiga de los materiales, el desgaste de las estructuras, la ruina de las construcciones: ¿hasta dónde? Naturalmente, hasta la desaparición de la comunidad, que había conseguido sobrevivir -atención: Serbia, en la tenaza entre los nazis alemanes y los nazis croatas- sin muchas dificultades a la ocupación alemana, coincidiendo con el conflicto de los Balcanes -ah, Europa, ¿dónde estabas?-, la desaparición de Yugoslavia y la desmembración de Serbia -véase a otro apestado: Peter Handke-, un techo que daba cobijo, bien o mal -la película no era siempre del agrado de la totalidad de la audiencia-, y que acabó desmoronándose sobre los espectadores. Soberbio.
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Dissabte a les fosques. Maurici Pla. Quaderns Crema, 1999
Afortunadament, aquest és un llibre que són molts llibres alhora, novel·la, no ficció, assaig, diari, i a la que a cada opció se li adjudica un to determinat i, si no fos perquè el protagonista és el mateix, un personatge diferent. Hi trobareu un tractat sobre la incapacitat d'actuar amagat darrera del que sembla un manual de procastinació; una mirada malèvola al món de la creació darrera de la crítica de les acadèmies; un elogi de la llibertat artística darrera del reconeixement de la derrota enfront el realisme. Emergint del text, despullant-se de la disfressa de camuflatge, l'obsessió per l'obra i l'obsessió per la teoria -"apassionat per les preguntes i enemic de les respostes"-; i la qüestió de l'honestedat de l'artista enfrontada amb la seva capacitat d'enganyar, gairebé ilimitada però que troba la seva frontera en la impossibilitat d'enganyar-se a si mateix i convertir a l'artista en un pallasso. I sobrevolant el text i projectant-hi la seva amenaçadora ombra, la pregunta: "què vol dir pintar?". Estimulant.
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Disertaciones por Arriano. Epicteto. Editorial Gredos, 1993
Edición de Paloma Ortiz García 
A medio camino entre Sócrates y Diógenes el Cínico se halla la concepción estoica de Epicteto, un filósofo moralista del primer siglo de la E.C. Sus principios, que aparecieron resumidos en el conocido Enchiridion, los agrupó su discípulo Flavio Arriano en el texto conocido como Disertaciones, que se presume, por citaciones contemporáneas, más extenso del que nos ha llegado. Constituyen una versión actualizada a la realidad romana, más moralista que puramente filosófica, de la Stoa de Zenón de Citio, y materializan el último florecimiento del estoicismo hasta su declive con la instauración del cristianismo como religión del imperio.
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Manual para la vida feliz. Epicteto, Pierre Hadot. Errata Naturae, 2015
Traducción de Claudio Arroyo y Javier Palacio Tauste
Epicteto, uno de los filósofos de la era romana más citados -tanto Michel de Montaigne, en sus Ensayos como Robert Burton en Anatomía de la melancolía le rinden pleitesía- no dejó ninguna obra escrita; fueron sus discípulos, particularmente Arriano, los que pusieron por escrito sus enseñanzas. Su texto más difundido, tanto por su brevedad como por su concisión, es el Enchiridion o Manual de vida. Esta edición cuenta, pues, con una cuidada e inteligible traducción del texto y con el interesantísimo e iluminador comentario, aparte, de Pierre Hadot, uno de los máximos especialistas contemporáneos en el pensamiento antiguo. Una ocasión excelente para volver a uno de los textos fundamentales del estoicismo con un acompañamiento difícilmente superable.
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Los papeles de Puttermesser. Cynthia Ozick. Mardulce Editora,  2014
Traducción de Ernesto Montequin
Ruth Puttermesser es una profesional capaz e inteligente, que trabaja en la administración como quien purga un castigo autoinfligido; es soltera y, a pesar de haber tenido algún amante, sin compromiso, y solitaria porque le es imposible encontrar a alguien de su nivel intelectual. Los papeles de Puttemesser es un conjunto de 4 relatos -una presentación y un epílogo- protagonizados por Ruth: en la treintena, el de la creación de una Golem cuya ayuda la llevará a la alcaldía de Nueva York -y que está a punto de acabar con ella- y al despido laboral; a los cincuenta, el de la búsqueda de cierta estabilidad emocional, leyéndose en voz alta a George Eliot y siguiendo los pasos de su romance con George Lewes, con una pareja veinte años menor que es un falsificador de grandes maestros de la pintura; en la sesentena, alojando a una prima rusa refugiada -una perfecta flor soviética-; y un epílogo, con la llegada triunfal de Puttermesser al Paraíso.
La ironía es utilizada por Ozick como el mejor mecanismo de defensa: el marginado por su procedencia, por su sexo o por su raza lleva al absurdo los pseudo-razonamientos de los segregacionistas acentuando irónicamente la defensa, la de ellos, de sus argumentos discriminatorios; por ejemplo cuando, como es el caso, ser mujer y ser judía es un doble handicap -y soltera, y solitaria e independiente, y académicamente brillante, con lo que la magnitud del handicap aumenta en proporción geométrica- que es asumido con un sarcasmo de tal magnitud que su conducta queda recluida en el patético refugio del ridículo más espantoso.
Ozick es, indudablemente, la primera dama de la literatura norteamericana, la mejor escritora de ficción viva del dominio lingüístico anglosajón. Impresionante.
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La comedia humana. Volumen I. Honoré de Balzac. ECC Ediciones, 2014
Traducción de Jordi Giménez
El lector se queda sin palabras, literalmente, ante el intento de comentar parte de una de las obras cumbres de la literatura universal, en el caso de que la competencia de éste permitiera cualquier comentario, que no es el caso. Si es cierto que, como dicen, se podría reconstruir una hipotéticamente destruida Dublín sólo siguiendo las indicaciones contenidas en las obras de Joyce, no lo sería menos la posibilidad de reduplicar la sociedad francesa de la primera mitad del siglo XIX solamente a partir de las obras que contiene esa summa que constituye La comedia humana. Su lectura es un placer inenarrable que debería figurar, obligatoriamente, en la agenda de cualquier persona a la que le interese la literatura, la historia o, simplemente, la vida, que lleva a este lector a dos reflexiones: seguiremos leyendo y buceando en las novedades literarias, buscando descubrir a los nuevos clásicos y poniendo nuestras esperanzas en los escritores contemporáneos pero con la íntima convicción de que, aunque la comparación no sea entre magnitudes homogéneas y suene a perogrullada, la Gran Literatura lleva ya mucho tiempo escrita; y, a la vista de este tipo de obras, que quede, si acaso, la inspiración para los poetas; para los novelistas, oficio, oficio y oficio.
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(1) "El sarcasmo, la parodia, el absurdo y la ironía son formas geniales de quitarle la máscara a las cosas para mostrar la realidad desagradable que hay tras ellas. El problema es que una vez desacreditadas las reglas del arte, y una vez que las realidades desagradables que la ironía diagnostica son reveladas y diagnosticada, ¿qué hacemos entonces? La ironía es útil para desacreditar ilusiones, pero la mayoría de las ilusiones desacreditadas en los Estados Unidos ya se han hecho y rehecho. Una vez que todo el mundo sabe que la igualdad de oportunidades es una bobada, ¿qué hacemos ahora? [...] Aparentemente todo lo que queremos hacer es seguir ridiculizando las cosas. La ironía posmoderna y el cinismo se han convertido en un fin en sí mismas, en una medida de la sofisticación en boga y el desparpajo literario. Pocos artistas se atreven a hablar de lo que falla en los modos de dirigirse hacia la redención, porque les parecerán sentimentales e ingenuos a todos esos ironistas hastiados. La ironía ha pasado de liberar a esclavizar. Hay un gran ensayo en algún sitio que contiene una línea acerca de que la ironía es la canción del prisionero que llegó a amar su jaula."
Stephen J. Burns (ed.) Conversaciones con David Foster Wallace. Trad. José Luis Amores Baena. Málaga: Pálido Fuego, 2012

12 de marzo de 2015

Lancha rápida

Lancha rápida. Renata Adler. Sexto Piso, 2015
Postfacio de Guy Trebay. Traducción de Javier Guerrero
"Abdominales aparte, es posible que seamos realmente un grupo de inválidos, hipocondríacos e inadaptados. Hasta aquellos de nuestro grupo que se mantienen en forma con el yoga parecen más propensos a la gripe que otros."
¿Qué es primero, la disposición hacia una cierta forma de vida, o la exposición que crea la expectativa? Incluso en el triunfo, en una vida que haya colmado la mayoría de las expectativas, visto con la perspectiva de los años, parece haber quedado algo en el camino, algo impreciso e indefinible que tal vez en su tiempo ni siquiera representó una aspiración. Sí, hemos sido felices y hemos conseguido casi todo aquello que nos propusimos; sin embargo... Este sin embargo es el terreno que explora Renata Adler en Lancha rápida (Speedboat, 1975).

El campo de juego en el que se desenvuelve la protagonista es el mundo del periodismo -de cierto periodismo, y en sentido amplio- en los años 70 del siglo pasado en Estados Unidos: viajes exóticos, corresponsales cómplices, lugares peligrosos, una vida aventurera y glamourosa, y la confirmación de la profesión como "cuarto poder": en 1972 explota el caso Watergate, Bernstein y Woodward inician la investigación y dos años más tarde Richard Nixon se ve obligado a dimitir.
"Hay un pasaje en Dante en el que él y Virgilio, viajando por el Infierno, se detienen junto a un hombre enterrado hasta el cuello en cieno hirviendo. El hombre no se molesta en hablar con ellos. Tiene sus propios problemas. No quiere una entrevista. Dante realmente lo agarra del pelo y consigue su historia. Creo que ahí hay una especie de parábola sobre el periodismo."  
El texto constituye un paseo por el lado salvaje -"la resaca de la fiesta de los años 60"-, un camino al borde del abismo recorrido inconscientemente, sin hacer caso del peligro u obviándolo como si no existiera, ignorando el precipicio, caminando alegre y despreocupadamente por el filo. Adler pasa una mirada severa y nada complaciente hacia una educación elitista que escondía, con la connivencia de todos los implicados, las carencias emocionales, e incluso humanas, de una sociedad lanzada al galope ciego hacia el abismo de la inconsciencia, "tratando de mantener una apariencia de vidas decentes". Y de aquellos polvos, estos lodos: una generación desencantada en la que la promiscuidad, en todos los sentidos, sustituye al compromiso, también de cualquier clase. Se trata de una mirada inteligente au-dessus de la mêlée de quien forma parte del mismo sistema que denigra pero posee la suficiente capacidad de abstracción para ser consciente de sus carencias.
"La cordura es la opción moral más profunda de nuestro tiempo."
Toda crisis genera déficits, y cuando ésta es generacional, esas insuficiencias se convierten en norma; multitud de libros y algunas obras maestras nos han mostrado los efectos de estos trances en las capas sociales más desfavorecidas por la fortuna -y no solamente en el aspecto económico-; los personajes de Adler no pertenecen a esta categoría, ellos son los supervivientes -aunque no los vencedores; a éstos, cualquier cataclismo les es favorable y, además, salen con las deudas saldadas-, y también han tenido que satisfacer su precio en forma de descreimiento: no hay esperanza para el que ya está de vuelta, para el que posee la información de lo que sucederá, para el que ya ha agotado todas las posibilidades.
"Las cosas violentas siempre les ocurren a los muy ricos, y a los pobres, por supuesto. Los accidentes absurdos les ocurren a la clase media."
Lancha rápida se estructura en fragmentos episódicos y, a pesar de su trasfondo ético, sin ninguna intención ni teórica ni moralista, acaba componiendo un retrato fiel y exhaustivo de una determinada época: Adler solamente muestra las pinceladas, es trabajo para el lector componer el conjunto de la obra. Intervenciones cortas que exploran únicamente un aspecto determinado de una situación dada, sin ofrecer antecedentes ni información complementaria, como una escena que debe explicarse por sí misma y que sólo tiene relación con el resto de una forma indirecta. Sorprende -y sorprendió más en su día- la ausencia de trama en esa sucesión de episodios aislados de los que el lector debe entresacar de la información incidental aquellos tratos imprescindibles para comprender el retrato, no ya de unos personajes que parecen "pasar por ahí", sino el de toda una generación; cierto que la visión que se nos ofrece es parcial, la extracción social de los personajes es muy sesgada y las situaciones en que se desenvuelven muy determinadas y con pocas posibilidades ejemplarizantes, pero eso no la hace menos interesante.
"La inteligencia radical en la posición moderada es el único sitio donde la inteligencia aguanta. O eso parece."
Una lectura muy estimulante. 

4 de marzo de 2015

Ni puc ni vull

Ni puc ni vull. Lydia Davis. Edicions de 1984, 2015
Traducció de Yannick García
"Ai, de vegades, els escriptors creiem que inventem en excés, quan la realitat és sempre pitjor!"
Les més elementals normes de la lògica dictarien que individus normals enfrontats a situacions quotidianes haurien de prendre decisions acostumades; i que, en conseqüència, aquesta realitat gris, avorrida i previsible seria, per dir-ho d'alguna manera, poc explotable des del punt de vista literari: efectivament, el conflicte a partir del qual es desenvolupa l'obra literària convencional prové de la modificació d'algun dels elements d'aquesta cadena. Tot i així, aquesta regla pot ser subvertida si especulem entorn del concepte de "normalitat", que és el terreny que explota la literatura de Lydia Davis: o les situacions són només aparentment habituals -com en el relat "Les vaques"- o, amb més freqüència, els seus personatges acostumen a tenir certes peculiaritats, petites inadaptacions, lleus disfuncions, que l'autora explota mostrant la ridiculesa que s'amaga darrera de l'intent d'anàlisi racional dels costums més establerts. Són precisament aquestes pecularitats dels personatges de Davis un dels aspectes que suporten l'entramat narratiu, dens i profund, tant de Ni puc ni vull com d'altres textos de l'autora -fins i tot del seu text més extens, El final de la historia-, personatges que no acostumen a tenir, com és habitual en gran part de la narrativa curta, conflictes amb la parella, amb els veïns o amb els companys de feina, sino amb si mateixos; i que són retratats amb una impietosa cruesa, mostrant les seves carències emocionals i conflictes psíquics sense definir-los ni citar-los obertament.

A Ni puc ni vull hi conviuen els relats més obsessius -alguns personatges exhibeixen amb tota normalitat unes neurosi canòniques- i els fragments més elementals, flaixos que enceguen al lector desprevingut que té tendència a sentir-se agombolat per aquesta prosa aparentment senzilla i digerible. Tampoc l'extensió dels relats és homogènia, ja que s'hi inclouen des de textos d'una sola línia fins alguns de vàries pàgines, i també de diferent intensitat: des de la confessió íntima -"Les foques"- a la descripció més assèptica -"Les vaques"-; alguns que semblen, tant per format com pel contingut, avisos; d'altres, generalment el més curts, semblarien fregar el territori de les confessions; alguns, finalment, els més aconseguits, prenen el format de "Carta a...".

Els reculls de contes estan subjectes, per naturalesa, a la prova de l'homogenitat, tant si es tracta  de reculls temporals, és a dir, conjunts de contes escrits en un lapse temporal determinat, com si han estat escrits, intencionadament, sota un mateix propòsit, sigui temàtic, de to o de qualsevol altra característica; fins i tot, combinant ambdues opcions, la mateixa diversitat nominal de narradors, afegida a la varietat formal i temàtica, pot esdevenir, degut a les característiques que tenen en comú, el nexe d'unió entre els diferents relats. Aquest és el cas de Ni puc ni vull, un recull en el que la varietat, en contra del que semblaria, és el que li confereix homogenitat; per exemple, és extremadament pertinent tant la divisió en cinc parts com l'ordre en que estan publicats, fins al punt, em sembla, que si es canviés aquest ordre -que forma, de manera absoluta, part de la trama- o se suprimissin alguns dels relats clau ens trobariem davant d'un llibre molt diferent. Seria erroni jutjar un llibre de relats com Ni puc ni vull -al contrari que en el cas d'una antologia- considerant cadascun com una unitat aïllada; el terme "irregular" és un lloc comú per a la crítica. Seria com jutjar una novel·la separant els capítols -o els paràgrafs, en una exageració minimalista-: "el capítol XV de l'Ulisses és superflu"; o el actes d'una obra de teatre: "l'episodi, entre els actes II i III, dels comediants, no aporta res al drama principal". I seria erroni perquè el llibre s'articula com un tot composat per elements inseparables, la supressió de qualsevol dels quals donaria lloc a una altra obra.

Sense menysprear altres qualitats ni intentar ser exhaustiu, Ni puc ni vull recolza el seu poder narratiu en dos punts principals. La forma, el tractament episòdic que amaga la gravetat del conflicte subjacent, que ni s'explica ni s'insinua, les característiques del qual queden en mans del lector; o bé, en els relats més extensos, i particularment a les "Cartes a...", la visió del conflicte únicament des del punt de vista del narrador, un punt de vista sesgat, partidari i contaminat, que deixa també en mans del lector la reinterpretació, passada pel filtre de l'objectivitat, sense la qual el relat no assoleix la totalitat de sentit. El llenguatge, la precissió flaubertiana on la paraula, aquesta paraula -le mot juste-, és fonamental; jutgi el lector per si mateix el prodigi de concreció d'"Un amic de l'escola":
"Who is this old man walking alone looking a little grim with a wool cap on his head?/ But when I call out to him and he turns around, he doesn't know me at first-this old woman smiling foolish at him in her winter coat";
una extraña delectació, en aquells relats més extensos, a fi de justificar opinions, conductes o queixes -i insisteixo en les "Cartes a...", un exemple espectacular en aquest sentit-, que vacilen en la corda fluixa del nonsense i que no serien capaces de mantenir l'equilibri si cada frase i cada paraula no haguessin estat escrupulosament mesurades; i, finalment, el magistral ús del silenci, tant quan és el narrador qui calla com quan és l'escriptor qui amaga, emprat hàbilment com a rèplica, i sovint amb caràcter musical, en el sentit de formar part inseparable de l'estructura del relat.

Ni puc ni vull és un llibre desassossegant, intens, un pendent dels que no et deixen ni recuperar l'alè. Inquiet i disgustat, el lector panteixa i té la sensació de que l'autora en sap molt més que ell, que haurà de llegir el llibre una altra vegada, i potser una altra, si vol acostar-se de veritat al que Davis li volia dir. O renunciar, donar-se per vençut, assumir que no està a l'alçada del repte, tancar el llibre i començar una lectura més... assequible?
"Per sota de tota aquesta brutícia el terra és molt i molt net."
 
Lydia Davis llegeix "Les vaques", relat inclòs a Ni puc ni vull
Copyright: Louisiana Channel, Louisiana Museum of Modern Art, 2014

2 de marzo de 2015

Relaciones

"-Soy un veterano científico y un hombre viejo. Toda mi vida he sido físico. No he conseguido resultados espectaculares, pero eso no importa: soy un engranaje más del molino de la investigación. A pesar de todas esas nuevas teorías, sigo estando convencido de que el objeto de la vida humana es el conocimiento científico. Y, a decir verdad, me pone enfermo ver a millares de personas que navegan lejos de la ciencia y encuentran su vocación en una relación sentimental con la naturaleza a la que llaman arte. Se limitan a deslizarse sobre la superficie de las cosas, dando a esa actitud el nombre de apreciación estética."

Arkady y Boris Strugatski, "Arcoíris lejano", relato incluido en Antología de novelas de anticipación. Ciencia ficción rusa, VV. AA., Editorial Acerbo, 1972

28 de febrero de 2015

Lecturas de febrero

La verdadera historia de la nariz de Pinocho. Leif GW Persson. Grijalbo, 2015
Traducción de Francisca Jiménez Pozuelo
Evert Bäckström es un comisario de la policía sueca machista, corrupto, marrullero e impresentable, pero sus aventuras, que parecen extraídas de un hipotético anti-manual de policía, quizás por eso, son sumamente divertidas, hasta el punto de que más que novela negra se trata de parodia de novela policíaca. Unos compañeros "maricas" -que ni beben, ni comen y llevan una vida sana-, unas compañeras "lesbianas" -las que no se sienten desfallecer ante su presencia-, unos inútiles incapaces de atarse los cordones de sus zapatos, no hacen más que interrumpir su descanso, sus citas o sus momentos de reflexión, esta vez intentando resolver el asesinato de un abogado de la mafia implicado en el tráfico de obras de arte, con unos iraníes sospechosos, un capo sueconapolitano emparentado con la nobleza sueca y con la posible implicación de miembros de la corona. Desternillante.
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Las luminarias. Eleanor Catton. Ediciones Siruela, 2014
Traducción de Celia Montolío
Las luminarias (The Luminaries, 2013, novela ganadora de la edición de ese mismo año del Booker Prize) es a la vez una novela victoriana, un tratado de astrología, una narración de aventuras, un relato de iniciación, una fábula moralista, una leyenda de pioneros, en la que nadie es quien dice que es, ni se llama como dice que se llama, ni ha hecho lo que dice que ha hecho -y sí, en cambio, es culpable de lo que niega-, ni conoce a quien dice que conoce. Las luminarias -que la propia autora calificó como a publisher's nightmare- es una obra de una extensión considerable y de una complejidad estimulante, puede considerarse un cumplido y logrado homenaje a las novelas de aventuras del siglo XIX, pero también es, por encima de cualquier otra consideración, una maravillosa apología de la mentira.
Reseña completa en: http://jediscequejensens.blogspot.com.es/2015/02/las-luminarias.html
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La passion de Dodin-Bouffant (cómic). Mathieu Burniat.  Dargaud, 2014
Interpretación libre en cómic del clásico de la literatura gastronómica francesa La Vie et la Passion de Dodin-Bouffant, gourmet de Marcel Rouff. Dodin, un gourmet del más puro estilo francés, desolado por la catástrofe de la desaparición de su cocinera, verdadera alma mater de sus sesiones gastronómicas, lleva a cabo un exigente proceso de selección para escoger a su sustituta, que deberá plegarse a sus exigencias y escapar de la tentación que supone la insuperable oferta de un príncipe gourmand. Un dibujo de línea clara con un buen sentido de la caricatura, un guión minuciosamente adoptado a la especificidad del cómic y una recreación de platos y preparaciones -impagable la del pot-au-feu- para un homenaje a la cocina francesa y a sus grandes valedores, los gourmets.
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Los papeles de Mudfog. Charles Dickens. Editorial Periférica, 2014
Traducción de Ángeles de los Santos
Conjunto de textos cortos, algunos recogidos bajo el título de "Los papeles de Mudfog" y otros independientes, publicados en una revista en la época en que Dickens comienza a ser un autor popular. Mediante el pertinente uso de una fina ironía, satiriza unas costumbres que ya eran anacrónicas en el siglo XIX y se burla de la vida provinciana cuando ésta toma Londres como modelo e intenta emularla. Desde las sociedades "científicas" hasta la dietética, la homeopatía, la estadística, la educación infantil, la política -y los políticos- y la corrupción, la impostura de la clase pudiente, la adulación, la estupidez de la burocracia y la inanidad de las instituciones, el maquinismo y la deshumanización que trae consigo el progreso, nada se libra de la mordacidad de un escritor que, con el tiempo, se convertirá en uno de los gigantes de la novela como género. Curioso.
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El dedo en la boca. Fleur Jaeggy. Alpha Decay, 2014
Traducción de María Ángeles Cabré
¿Quién es Lung -aunque uno se ve tentado a formular la pregunta como ¿Qué es Lung?-? ¿Quién habla? ¿Quién es el narrador? ¿A quién hablan? ¿Qué relación tiene con Lung? ¿Qué le sucede a Lung?  ¿Que se chipa el dedo? Bien, ¿y qué más? ¿Qué se esconde tras esa costumbre? ¿Nos encontramos ante el desvarío de una mente enferma, o es que se trata de una gran metáfora cuyo sentido no logramos desentrañar? Algo indefinible, o muy oculto, tiene la literatura de Fleur Jaeggy, ya desde ésta su primera novela, para lograr provocar ese estado de inquietud y desazón en el lector, algo que no parece estar ni en el tema -al menos, completamente- ni en la forma de tratarlo -o no sólo-, sino en una hábil manipulación oculta de la combinación de ambos. Jaeggy es la artífice de una narrativa huidiza que lleva de la mano al lector por caminos progresivamente más enmarañados hasta que el guía desaparece y el atónito paseante se da cuenta de que se ha extraviado porque además de no conocer el camino de salida es incapaz de desandar lo andado y volver al punto de partida. Inquietante.
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Lejos de ellos. Laurent Mauvignier. Cabaret Voltaire, 2014
Traducción de Javier Bassas Vila
Todas las familias son una bomba de relojería cuyo mecanismo de explosión, camuflado, puede ser activado involuntariamente en cualquier momento, pero que se evita accionar porque nadie, ni tan sólo el verdugo, se salva de la deflagración. Hablar es una actividad peligrosa porque puede matar al interlocutor; pero callar también, porque al que mata es al que se mantiene en silencio.
Mauvignier escribe un conjunto de monólogos que inciden en las flaquezas de unas vidas sin objetivo a las que el lastre del pasado y la jaula de las convenciones impiden mirar hacia el futuro con cierto grado de esperanza; monólogos que desnudan las vergüenzas de las vidas convencionales para las cuales cualquier intento de transcendencia es una traición: una andanada de imprecaciones, una ráfaga de inculpaciones, una salva de excusas, una descarga de justificaciones, un permanente asedio que disimula la debilidad de los argumentos, la ligereza de las convicciones, la inexistencia de objetivo, la vida sin vida. Y cuando llega la tragedia, claro, no hay más que dolor, autoinculpación y tristeza. Y silencio.
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La noche del Morava. PeteHandke. Alianza Editorial, 2013
Traducción de Eustaquio Barjau
Con mucha dificultad pueden encontrarse en la literatura deHandke trazos de narraciones de hechos, conflictos convencionales o caracterizaciones usuales de los personajes. Sus libros más narrativos son protagonizados por un solo sujeto que acostumbra a emprender un viaje en el que sí es cierto que le suceden cosas pero cuyo objetivo principal es observar, informar de lo observado y reflexionar sobre ello. El lector tiene la sensación de perderse entre símbolos, de leer un texto en clave cuyas metáforas le rehúyen; intenta leer entre líneas y descodificar el mensaje que Handke oculta, y tampoco lo consigue. Es posible que La noche del Moravia sea un gran enigma, pero el lector perderá el tiempo si busca encontrarle una respuesta, si rastrea en la narración del autor coincidencias con la biografía del propio Handke; su prosa, tan rica en sintaxis como en evocaciones, enmarca justamente una búsqueda y, como una recherche du temps perdu, bucea en los prejuicios, los defectos y las carencias que los seres humanos arrastramos desde la expulsión del paraíso, sea éste lo que sea y caso de que haya existido alguna vez. Yerra quien busque en la profundidad de la prosa de Handke alguna respuesta: la habilidad del austríaco no está ahí sino en plantear, siempre, las preguntas pertinentes. Hipnótico.
Reseña completa en: http://jediscequejensens.blogspot.com.es/2015/02/la-noche-del-morava.html
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La estrella de Ratner. Don DeLillo. Seix Barral, 2014
Traducción de Javier Calvo
Pues resulta que la historia consiste en los avatares de un jovencísimo matemático Premio Nobel de 14 años y de varios científicos que se enfrentan a un indicio de comunicación extraterrestre, un código numérico que deberán descodificar y traducir, encerrados en un complejo científico que los aísla de la contaminación exterior y de las temidas filtraciones. Con posterioridad, una vez parece que el código ha sido descifrado y se ha hecho presente el clímax y punto central, si existe, de la novela, el discurso de Ratner, el objetivo de la investigación se dirige hacia la construcción de un lenguaje puramente lógico con el que comunicarse con posibles inteligencias extraterrestres. 
¿Es La estrella de Ratner una novela sobre las matemáticas y la astronomía? ¿Una novela de ciencia-ficción que no acaba de empezar nunca? ¿O la parte científica y técnica es solamente un Macguffin que sirve de introducción a la verdadera trama? Aunque, si eso es cierto, ¿cuál es la trama, dónde está, cuándo se manifiesta? Tal vez se trate, en definitiva, de una novela de humor, es decir, que narra situaciones graciosas, grotescas o ridículas -pongan ustedes los sinónimos que prefieran...- al estilo de los clásicos; o tal vez se trate de una broma, de una infinita broma de proporciones gigantescas que no deberían perderse.  Desconcertante.
Reseña completa en: http://jediscequejensens.blogspot.com.es/2015/02/la-estrella-de-ratner.html
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Pioneros de la ciencia ficción rusa, Volumen II. VV. AA. Alba Editorial, 2015
Selección y traducción de Alberto Pérez Vivas
Segundo volumen antológico de cuasi-desconocidos autores de la primera mitad del siglo XX, pre y post-revolucionarios, de una ciencia ficción mal conocida en occidente, si se compara con los precursores norteamericanos, y peor valorada. Unos relatos en los que están ya presentes los grandes temas del género, pero que destacan por dos aspectos diferenciales: la lectura entrelíneas, con un componente muy importante de crítica -que posteriormente radicalizarían autores como Lem y los hermanos Strugatski- que muestra las características de una sociedad muy peculiar; y el aparente candor, visto desde la perspectiva contemporánea, del tratamiento de los temas. Curioso.
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Que nadie se mueva. Denis Johnson.  Random House Mondadori, 2012
Prólogo de Rodrigo Fresán. Traducción  de Javier Calvo
La poética del caído es una constante en la literatura de Johnson, esta vez en forma de novela negra canónica: a medida en que van cerrándose las puertas de la redención, el perdedor no tiene solamente menos salidas si no que las que le van quedando son precisamente las peores. Johnson toma prestados los clichés de la novela negra norteamericana clásica para urdir una historia cuya trama nos suena haber leído en multitud de ocasiones pero cuyo tratamiento, más allá de la parodia, cumple a la perfección la recreación de la atmósfera que rodea a la acción mediante la exposición de una violencia implícita, lograda mediante la interrupción de las escenas antes de alcanzar el clímax; un sólido mantenimiento del tono independientemente de lo descrito, con una cuidada frialdad; y, sobretodo, con ese dominio de los diálogos, secos y cortantes como golpes de machete. Un ludópata arruinado acosado por una deuda que no puede satisfacer y una "alcohólica al treinta por ciento" divorciada en busca del fruto de la corrupción de su ex-marido. Y saltan chispas, claro.
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Diarios III (2008-2010). Iñaki Uriarte.  Pepitas de Calabaza, 2015
Cero retórica, cero imposturas; confesiones, las justas, arrepentimientos, los necesarios; creencias, las imprescindibles, perdones... más vale olvidar. Si los Diarios son la versión escrita del diálogo con uno mismo, Uriarte lleva ya tres excelentes volúmenes haciéndonos partícipes de esas conversaciones aunque, en realidad, no es con sí mismo con quien dialoga sino con los lectores que nos asomamos a su vida como quien espía por el ojo de una cerradura. Los Diarios bien entendidos se escriben para ordenar los propios pensamientos, para fijar posiciones, para plantear hipótesis, pero también para confrontar y discutir con un interlocutor ajeno -y ausente- acerca de ciertas dudas, todo ello, a diferencia de las antologías de aforismos, con un componente temporal que les confiere, sobretodo, la posibilidad, tan humana, de contradecirse. Uriarte, descreído pero no cínico, consigue hacerse próximo y envolver al lector, mediante una improbable mezcla de Montaigne y Josep Pla,  con una ineluctable red de complicidad. Inteligente.
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Aventures d’un rodamón il·lustrat a la recerca de mecenes que li subvencionin una vida còmoda i sense entrebancs amb una única condició: que sigui lluny de casa. El periple inclou Mèxic -Pedros Páramos i estudiants permisives-, Boston -llit estret i pitrera king size-, Nova York -Guernica i gais demòcrates que voten a Reagan-, Bordeus -la lectora d’espanyol melòmana-, i, finalment, Nàpols -l’amfitrió complaent-, amb desengany amorós inclòs. I una altra escapada que s’albira a l’horitzó: Lisboa; però això formarà part d’un altre llibre. Foraster diu que ni tot és veritat ni tot és mentida, però el llibre es llegeix amb la facilitat que dóna veure’s reconegut en alguns passatges i reconèixer als protagonistes en alguns altres. En tot cas, la caracterització caricaturesca dels personatges -inclosa l’opció del narrador que es dirigeix al protagonista amb un descarat desvergonyiment- provoca una inesperada simpatia del lector, inesperada perquè res del que fan ni del que diuen els en fa mereixedors; i és aquest mateix caire humorístic, gairebé sardònic, de l’erudició del protagonista, el que el fa evitar qualsevol rastre de pedanteria i provoca la inevitable simpatia del lector.
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24 de febrero de 2015

La estrella de Ratner

La estrella de Ratner. Don DeLillo. Seix Barral, 2014
Traducción de Javier Calvo
"Era asombrosa la frecuencia con que la gente de aspecto amable resultaba estar loca. Billy se preguntó con gravedad si las cosas habían llegado a degenerar tanto como para que la gente loca y la gente amable fueran lo mismo."
14. Primera aproximación

¿Les gusta a ustedes el rugby? No ese violento y testosterógeno sucedáneo que los norteamericanos llaman football, sino el deporte original, ese que también se juega con una pelota ovalada pero que no se puede echar adelante con la mano. Ése. Aparte de la cuestión dinámica, el rugby, a diferencia de lo que parecería a primera vista -pillar, como sea, al jugador que lleva el balón-, es un juego con una reglamentación escrita harto compleja y con un arsenal de reglas tácitas apabullante. Solamente los verdaderos aficionados y los acérrimos partidarios de ese deporte, aparte de los directamente implicados, conocen a la perfección esa reglamentación. Sin embargo, es posible sentarse delante del televisor o asistir a un terreno de juego -recomiendo pasar los Pirineos para esa segunda opción- y disfrutar del juego. Sin tener ni idea de las reglas. Sin saber siquiera cuantos jugadores forman cada equipo. Sin entender nada de lo que dice el árbitro por la megafonía del estadio. Pruébenlo. Les encantará. ¿Y el tenis? ¿Qué sucede con el tenis? En cuanto a las reglas, exactamente lo contrario -excepto la frivolidad del conteo-: no es necesario un IQ superior a 50 para aprenderlas en poco más de 30 segundos. Pero asistir como espectador a un encuentro de tenis -y no contemplo ni como posibilidad el verlo en televisión, a menos que se busque un efecto narcotizante- es una de las experiencias más aburridas, soporíferas y alienantes que se pueden soportar. Y eso conociendo las reglas a la perfección. Pues bien, La estrella de Ratner (Ratner's Star, 1976) es un partido de rugby.

          "-Pues no es la única cosa que lleva mi nombre. También hay una convención médica,
            dos centros de investigación y una clínica sanitaria gitana.
          -¿Es usted gitano?
          -No practicante.
          [...]
          -¿Cómo se puede ser gitano no practicante?
          -Pues suele bastar un simple comunicado." 
http://www.abc.net.au/news/2012-08-17/147998644jpg/4206092
28. Segunda aproximación

¿Han usado ustedes alguna vez un traductor automático? Esos que escribes en un recuadro un texto en un idioma y, automáticamente, lo traducen al idioma deseado. Les recomiendo la experiencia, siempre y cuando no se trate de un trabajo serio o tenga que ver con algún aspecto profesional. A pesar de que con el tiempo esos mecanismos han ido refinándose, no han podido evitar el principal handicap -no pongan eso en el traductor, eso hay que buscarlo en el DRAE-: el robot es incapaz de percibir el contexto. Es hábil a la hora de traducir las palabras -aunque es incapaz de valorar las acepciones-, y generalmente acierta, pero a menudo el texto resultante de la traducción es ininteligible aunque las palabras, aisladamente y una detrás de otra, sí son comprensibles. Si no han usado ustedes nunca un ingenio de ésos, prueben a leer e intenten descifrar -en la sección que dice que están las instrucciones en español- algún manual de cualquier artefacto electrónico que hayan adquirido recientemente; el efecto es el mismo. Pues bien, les aseguro que he caracterizado correctamente a todos los personajes de La estrella de Ratner, que he comprendido todos los episodios de la primera parte y las intervenciones de la segunda, que he asimilado la mayoría de planteamientos científicos y matemáticos y distinguido los espurios de los ciertos, que no padezco grandes problemas de comprensión lectora ni TDA -ni H-, pero.
"Mucha gente muere mientras está practicando el coito sexual -dijo el jesuita-. Es una actividad que ejerce presión sobre el corazón y provoca paradas cardíacas. El sexo no debería ser nunca furtivo. Eso causa todavía más presión. Si hay que practicarlo, se tiene que practicar con un cónyuge, en la cama y en medio de una atmósfera de amor y confianza mutuos. Hay que evitar la técnica. La técnica causa muchos problemas. La técnica puede matar. Si durante el coito se producen palpitaciones del corazón, hay que interrumpirlo de inmediato y pensar en los gusanos parásitos que infestan el canal anal. Es lo que denominamos contención análoga por medio de ideas. Si, al interrumpirte, no consigues ni por medio de la pura fuerza de voluntad ni de la imaginación cancelar el impulso de emitir, entonces has de efectuar tu emisión dentro de un vaso limpio o frasco de especímenes desinfectado y dejado junto a la cama a este fin. No te deshagas de tu emisión. Llévasela de inmediato a tu esposa  y ayúdala en la ingesta uterina  inmediata y directa de tu emisión, valiéndote de cualquier medio no mecánico que sea necesario para garantizar que la fertilización de que la fertilización no quede impedida. Se trata de distinciones sutiles pero emocionantes. Si el derrame de tu emisión es voluntario, como fin o como medio, habrás cometido el mayor de los pecados."
Pero soy incapaz de deducir de qué va la novela ni qué quiere explicarme DeLillo aunque la he terminado, me ha encantado, y estoy convencido de que si su extensión, en lugar de 548 páginas, fuera de 52.137, mi juicio no cambiaría.


Stately, plump Buck Mulligan came from the stairhead, bearing a bowl of lather on which a mirror and a razor lay crossed.
Señorial, regordete Buck Mulligan vino del stairhead, teniendo un plato de espuma sobre el que yacían cruzaron un espejo y una navaja.
Traducción de la primera frase de un clásico llevada a cabo mediante un traductor automático

57. Tercera aproximación

Imaginen que ustedes son, en lugar de españolitos de 2015 derrengados por la crisis y más ateos que Sylvain Maréchal, unos rubicundos californianos melenudos y multiadictos de 1976 a quienes, bajo los efectos del ácido, les es revelado que son El Nuevo Mesías -o, en su defecto, Elías regresado; eso dependería de la calidad de la sustancia-, que tienen que darse a conocer a la humanidad y fundar una doctrina del tipo cómo-ser-uno-con-el-universo con cierta celeridad. Necesitarían, por supuesto, El Libro -ninguna religión que se precie puede prescindir de El Libro, aunque a menudo excluyan los libros-, pero la tarea de expansión de la Doctrina -piensen que estamos en 1976, así que nada de internet ni de redes sociales ni de debates televisivos, y eso de la escritura, por más que sea inspirada por El Gran Ser Autónomo de la Estrella de Ratner, nunca ha sido su fuerte- apenas les deja tiempo para atender a la revelación. La estrella de Ratner es El Libro que necesitarían, la Piedra sobre la que construir su Iglesia -y no se preocupen por la originalidad, tampoco su religión sería la primera que se apropiara y fundara su Doctrina en Un Libro ya escrito-, un documento fundacional -revelado, no escrito, esto es fundamental- de su nueva secta milenarista abierto a la exégesis new age de los nuevos veganos, los neo-rurales y la babeante incondicionalidad de unos cuantos psicoanalistas argentinos. ¿No alcanzan ustedes a ver a las multitudes de adeptos tatuándose en los lugares más inverosímiles el Sagrado Símbolo Revelado? ¿Y una página web dedicada a vender su merchandising, tazas, camisetas, cintas para el pelo? 
"Giras de conferencias, tertulias en la tele, una biografía rápida, camisetas y chapas graciosas. Solamente los derechos secundarios ya nos podrían mantener durante años. Patrocinios, rompecabezas, juegos, elepés de matemáticas... El talento es obvio, está ahí, tienes el bulto. Te imagino derrotando a los mayores matemáticos adultos del  mundo en una serie de enfrentamientos internacionales. Con problemas diseñados por un comité de expertos distinguidos. Con amplia cobertura mediática [...]. Grupos de discusión, conferencias, relojes de pulsera, chapas graciosas, debates. ¿Acaso puede salir mal? Te imagino vestido con un quimono de lamé plateado o con un poncho de vinilo."
¿No se imaginan las marchas de antorchas ceremoniales en peregrinación al monte Palomar, multitudinarias reuniones de fieles al pie de los Andes, entrevistas al gurú en prime time en la Fox y unas cuantas Contras de La Vanguardia?

Proyecto Logicon menos uno

Ah, bueno, el Proyecto, claro... Pues resulta que la historia consiste en los avatares de un jovencísimo matemático Premio Nobel de 14 años y de varios científicos que se enfrentan a un indicio de comunicación extraterrestre, un código numérico que deberán descodificar y traducir, encerrados en un complejo científico -al más puro estilo reality show que se desarrollará y tendrá su máximo exponente en la sociedad mediática del siglo XXI- que los aísla de la contaminación exterior y de las temidas filtraciones. Con posterioridad, una vez parece que el código ha sido descifrado y se ha hecho presente el clímax y punto central, si existe, de la novela, el discurso de Ratner, el objetivo de la investigación se dirige hacia la construcción de un lenguaje puramente lógico con el que comunicarse con posibles inteligencias extraterrestres. Pero esto, se lo aseguro, no tiene ninguna importancia porque el lector desprevenido -y les aseguro que todo intento de prevención es inútil- se encuentra con dos niveles de dificultad: por una parte, una dificultad aparente -aparente porque sólo afecta al discurso interno de la novela- que componen los conceptos y la jerga científica, matemática y astronómica, ya que gran parte de ellos son, para cualquier lector mínimamente versado en esas cuestiones, o elementales y enunciados de forma paródica o directamente paródicos; por otra, una dificultad real, esa sí, consistente en el escollo de poner en relación los distintos episodios e intentar encontrar las conexiones, en definitiva, saber de qué narices va eso.

¿Es La estrella de Ratner una novela sobre las matemáticas y la astronomía? ¿Una novela de ciencia-ficción que no acaba de empezar nunca? ¿O la parte científica y técnica es solamente un Macguffin que sirve de introducción a la verdadera trama? Aunque, si eso es cierto, ¿cuál es la trama, dónde está, cuándo se manifiesta? Tal vez se trate, en definitiva, de una novela de humor, es decir, que narra situaciones graciosas, grotescas o ridículas -pongan ustedes los sinónimos que prefieran...- al estilo de los clásicos; o tal vez se trate de una broma, de una infinita broma de proporciones gigantescas que no deberían perderse. 
"No hace falta poner por escrito las palabras. Tú ya sabes qué aspecto tendrá cada página, y con saber eso ya basta. En realidad no hay más que eso. Existe toda una clase de escritores que no quieren que sus libros se lean. Hasta cierto punto, eso explica su prosa enloquecida. Si formas parte de esa clase de escritores, expresar lo expresable no es la razón de que escribas. Hasta resulta vagamente embarazoso que te entiendan. Lo que quieres expresar es la violencia de tu deseo de que no te lean. Es la fricción del público lo que enloquece a los escritores. Esa gente va a leer lo que escribas. Y cuanto más entiendan ellos, más va a enloquecer tú. No puedes permitir que sepan de qué estás escribiendo. En cuanto lo sepan, estás acabado. Si formas parte de esa clase, lo que tienes que tienes que hacer es o no publicar o asegurarte del todo de que tu obra deje a los lectores tirados por los márgenes."
¡Ahá!

Otros recursos referentes a Don DeLillo en este blog:
"Hace ya algún tiempo que tengo la sensación de que tanto novelistas como terroristas se encuentran inmersos en un juego de habilidad 
Mao II. Don DeLillo. Traducción de Gian Castelli Seix Barral, 2013. Deslumbrante análisis del proceso creativo en un mundo en el que las referencias están en constante cambio. 
Americana · Don DeLillo. Traducción de Gian Castelli Gair Seix Barral, 2013. Primera novela, felizmente recuperada, del autor de lengua inglesa con una trayectoria literaria más coherente; 
La calle Great Jones. Cuando DeLillo se sumerge en la decadencia de la sociedad urbana del siglo XX, desmenuza a sus protagonistas y destroza los tópicos, el lector está de enhorabuena
El ángel Esmeralda. Don DeLillo, Seix Barral. Uno de los novelistas norteamericanos vivos más reconocidos se mide en la corta distancia en este volumen con sus relatos completos
Libra. Don DeLillo, Seix Barral, 2015. Traducción de Margarita Cavándoli ...