22 de octubre de 2018

Podemos fabricarte

Podemos fabricarte. Philip K. Dick. Editorial Planeta, 2018
Traducción de Juan Pascual Martínez Fernández
Ante el fracaso económico de la fabricación de órganos estimuladores del tálamo, los socios de la empresa deciden pasarse a la producción de réplicas robóticas de personajes históricos; para este menester, requieren la participación de sus hermanos respectivos, una esquizofrénica, que se encarga del aspecto final de los androides, y un mutante. Esa nueva línea empresarial conlleva un dilema ético acerca de la licitud de construir réplicas humanas conscientes de individuos reales ya fallecidos, pero la recompensa económica que se espera de ese avance tecnológico supera sus reparos. Así pues, con posterioridad a un primer ensayo, fabrican una réplica de Abraham Lincoln, la parte intelectual de la cual ha sido diseñada por la esquizofrénica, que la ha adoptado como alter ego.

Después de contactar con un poderoso hombre de negocios, los inventores ven su producto en peligro y toman la determinación, después de la huida de algunos integrantes de la empresa, de dejar los destinos de esta en manos de los simulacros, mucho más dotados técnicamente y exentos de sufrir desequilibrios emocionales, e intentan reproducir situaciones históricas de final conocido para aprovechar la experiencia de aquellos en la pugna mercantil. Pero la disputa comercial se convierte en un conflicto pasional que lleva a dos de los implicados a un centro de internamiento en el que son sometidos a experiencias simuladas inducidas por alucinógenos que deberían tener efectos beneficiosos para sus problemas de relación con la realidad.
"-Lo que he hecho ha sido cortar pequeñas porciones de realidad de aquí y de allá y me he familiarizado con ellas, como una oveja que emprende un camino por el campo y nunca se desvía."
Podemos fabricarte (We Can Build You, 1972) es una novela perteneciente a la última época de la vida de Dick, un período en el que, con alguna excepción, ya había publicado sus obras mayores y que, por otra parte -o tal vez no tan aparte-, coincide con el agravamiento de sus problemas mentales. El texto refleja algunas de las fijaciones de Dick, expuestas a lo largo de su obra, pero al igual que las obras posteriores, sobrevuela sobre su trama un pesimismo y una tristeza notablemente distintos de la mayoría de sus obras anteriores; en este caso, la esquizofrenia, una dolencia con la que se sintió amenazado a lo largo de su vida, accede al protagonismo de la novela por medio de dos de sus personajes principales.

Calificación: ***/*****

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