“Semant icy un mot, icy un autre, eschantillons dépris de leur piece, escartez, sans dessein, sans promesse : je ne suis pas tenu d'en faire bon, ny de m'y tenir moy-mesme, sans varier, quand il me plaist, et me rendre au doubte et incertitude, et à ma maistresse forme, qui est l'ignorance.”
Michel de Montaigne. Essais, Livre I, Chapitre L, “De Democritus et Heraclitus”.
Michel de Montaigne. Essais, Livre I, Chapitre L, “De Democritus et Heraclitus”.
3 de julio de 2008
Contrapunto XI
La capacidad humana de autoengaño es infinita; a menudo actúa incluso a nivel lingüístico, confundiendo términos para adecuarlos a los significados que estamos dispuestos a asumir para cada concepto. "Felicidad" sería un ejemplo paradigmático de polisemia dirigida, e "ilusión" de polisemia intencional; el hecho que "estupidez" y "alienación", respectivamente, puedan llegar a confundirse con los ejemplos mencionados no preocupa al automentiroso ni al personaje instalado en el mundo autorreferencial de las apariencias.
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