8 de octubre de 2010

Mire al pajarito




Mire al pajarito. Kurt Vonnegut, Sexto Piso
Traducción de Jesús Gómez Gutiérrez

Dice la tradición -ya se sabe, a la tradición se le puede hacer decir cualquier cosa- que Kurt Vonnegut es un "escritor para escritores"; sin entrar a fondo en el significado preciso de esta afirmación, y por si acaso algún lector desconocedor de Vonnegut declina su lectura debido a esa advertencia -no sería este el primer caso en que los elogios, pues elogio es esa calificación de la intelligentzia crítica, acaban yendo en contra del elogiado-, este reseñista, admirador incondicional de su obra, les asegura que es una solemne tontería.


El hecho de que se haya convertido, a su gusto o a su pesar, en uno de los modelos de una determinada generación de novelistas norteamericanos, como Foster Wallace, Safran Foer y Franzen, por citar algunos, no hace que su lectura deba ser descartada de ningún modo por los lectores supuestamente no entendidos ni por los descolocados de las últimas tendencias de la sesuda crítica literaria. Kurt Vonnegut es un escritor al alcance de cualquier lector mínimamente formado literariamente; un escritor a la vez sutil y divertido, imaginativo y original como pocos.

Mire al pajarito no es el mejor libro de Vonnegut -de los que he tenido la suerte de leer, El desayuno de los campeones es mi favorito-, e ignoro cómo se ha hecho la selección de los relatos que lo componen, pero es una excelente introducción al universo narrativo y estilístico del genial novelista. No se lo pierdan.

Vídeo: Kurt Vonnegut wrote some wonderful short stories. This was how he went about it.

2 comentarios:

José Luis Amores dijo...

Hola, coincido contigo en tu favorito vonnegutiano. El desayuno es lo más de lo más. También coincido en lo de las tonterías: Vonnegut es de lo más accesible y divertido que existe.

Saludos.

Joan Flores Constans dijo...

Pues sí; a mí también me gustan los autores oscuros, difíciles, aquellos que más que leerlos hay que descifrarlos (bajo el epígrafe "Lectiones" de este mismo blog hay algunos de éstos), pero eso no quita ningún mérito a los autores accesibles y, como en el caso de Vonnegut, con un agudo y negrísimo sentido del humor.