20 de agosto de 2008

Contrapunto XVII

Es mi orgullo, el mismo que no me permite sentirme agradecido por haber sido beneficiado por nadie, el que me impide sentirme bienhechor de nadie. Nunca.

1 comentario:

Anónimo dijo...

"El edificio de tu orgullo ha de ser desmantelado. Y esa es una tarea terriblemente difícil."