6 de noviembre de 2020

Orfeo

 

Orfeo. Richard Powers. Alianza Editorial, 2020
Traducción de Teresa Lanero
(Orfeo, 2014)

«La música no trata de algo. Es algo en sí misma».

«No sabía por dónde empezar. La vida. Cuatro mil millones de años de casualidades habían compuesto, en el interior de las células vivientes, una partitura con una complejidad inconcebible. Y cada una de esas células era una variación del primer tema que se escindía y se replicaba sin fin por el mundo. Todas esas secuencias, con una longitud de gigabits, estaban esperando a que los mimos cerebros que montaban esas partituras las oyeran, las transcribieran, las arreglaran, las toquetearan y las combinaran. Cualquier persona podía trabajar con esa técnica: formas delirantes y nuevas sonoridades. Canciones para siempre, para nadie».
«"Aférrate a lo que sabes ahora. No dejes que nadie te convenza de nada. Estudia tu sed y cómo alimentarla. Confía en cualquier sonido que te retuerza las tripas. Apunta las cadencias del primer amor, de las segundas oportunidades, de los ataques aéreos, de la atrocidad, de lo terrible y lo delirante, de la aceptación precipitada y del rechazo brusco. Compón la música amarga de la indigencia, las tristes salomas de la carencia de tierra, frescas en el ecuador y fluidas en los polos. Establece los sonidos que hacen los ángeles tras una orgía que duró toda la noche. Cualquier cosa que prolongue el día, cualquier cosa que te ayude a atravesar la madrugada. Compón la música que necesites, pues la necesidad se acabará pronto. Deja que tus progresiones predigan el fin de los tiempos y recuerden a los muertos como si todos siguieran aquí. Porque siguen aquí"».

Otros recursos relativos al autor en este blog:

 Notas de Lectura de El clamor de los árboles

Notas de Lectura de El eco de la memoria

(Notas de Lectura de El cuaderno perdido

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