26 de noviembre de 2018

Vorrh. El bosque infinito

Vorrh. El bosque infinito. Brian Catling. Ediciones Siruela, 2018
Traducción de Pablo González Nuevo
"A veces pensaba que la realidad era una quimera de su propia creación, el producto de un sueño que ahora lo eludía continuamente."
Tras la muerte de su esposa y después del cumplimiento de algunos extraños rituales con su cadáver, Unodeloswilliams, el protagonista de la historia -y le adjudico ese papel porque es el único personaje referenciado con voz en primera persona del relato-, emprende un viaje iniciático con el objetivo de atravesar un bosque, el Vorrh, sobre el que pesa la leyenda de de inviolable. Unodeloswilliams, el nombre con el que es conocido por los aborígenes, posee un pasado oscuro condicionado por su deserción del ejército inglés. El escenario principal de la novela, compartido con los Estados Unidos de América y la metrópoli londinense, es un país africano recién descolonizado tras las Guerras de Posesión en el que aún conviven la civilización europea, representada por los supervivientes blancos, dueños de la gran compañía maderera que explota el bosque, y los habitantes originarios, de raza negra, cuya relación con el bosque se sitúa entre la indiferencia y la superstición. 

Pero el verdadero protagonista de la novela es el Vorrh, el bosque, como encarnación de lo desconocido, el misterio que el hombre no ha podido desentrañar, el enigma que ejerce su poder hasta que pueda ser desvelado; pero también el último reducto de la resistencia nativa  frente al omnipotente poder de la metrópoli, un mecanismo de defensa ante la posibilidad de invasiones indeseadas, pero con una autonomía que no acepta órdenes de nadie, y ni siquiera los aborígenes obtienen un trato especial, aunque pueden aprovecharse de su poder como colectividad si el objetivo es común. El bosque tiene un significado distinto para cada individuo que intente atravesarlo, como también son distintas las pruebas a las que se verá sometido, pero todo el que se enfrente a su travesía deberá arriesgarse a padecer su efecto más doloroso -que es, también, su sistema de protección frente a las amenazas del exterior: el drenado de su alma y borrado de sus recuerdos.

Vorrh. El bosque infinito (The Vorrh, 2012), primera parte de la trilogía The Vorrh, que se completa con The Erstwhile: The Vorrh II (2017), y The Cloven: The Vorrh III (2018), podría adscribirse con facilidad en el género de la literatura fantástica, pero esta clasificación pecaría de simplista teniendo en cuenta la complejidad de la trama, formada por episodios aislados en apariencia de la acción principal, y el ambiente mítico, fundacional, que mezcla elementos, ideas y clichés de la fantasía épica con ingredientes de la ciencia-ficción contemporánea y con la aparición de hechos y personajes históricos directa o colateralmente relacionados con la acción: aparte del mismo Vorrh, el bosque imaginario aparecido en Impresiones de África, deambulan por la narración el propio Raymond Roussel, perfectamente caracterizado; William Gull, el médico inglés a quien la leyenda ha atribuido la autoría de los asesinatos adjudicados a Jack el Destripador; Sara Winchester, la heredera del imperio del inventor del rifle; y Eadweard Muybridge, el fotógrafo inventor del zoopraxiscopio. Todos esos elementos, y las combinaciones entre ellos ideadas por Catling, hacen de la lectura de Vorrh una experiencia extremadamente gratificante, esas que sustituyen la voluntad de seguir leyendo por la necesidad de seguir leyendo.

Calificación: *****/*****

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