24 de junio de 2016

Primavera perigordina

Metódico y puntual con el ritual consistente en acercarme a los Ensayos de Montaigne por lo menos una vez al año, para esta primavera que se retira he escogido tres títulos relativos al autor, dos de ellos recomendaciones de un amigo lector y una novedad reciente. El primero es una novela escrita por la británica Jenny Diski en la que recrea la vida de Marie de Gournay, fille d'alliance y editora de una de las versiones de los Ensayos; el segundo es un ensayo en que el crítico francés Jean Starobinski efectúa una relectura de Montaigne bajo el concepto de "movimiento"; y el tercero, un libro de divulgación más que un ensayo, en el que Lean-Luc Hennig efectúa un recorrido por el concepto de amistad a la luz de la que unió a Montaigne con Étienne de La Boétie.  
Apología para la mujer que escribe. Jenny Diski. Circe, 2009
Traducción de Aurora Echevarría
"Me ha complacido hacer públicas en muchos sitios mis esperanzas sobre Marie de Gournay, mi hija de alianza, a quien profeso tanto afecto como a una hija. Si la adolescencia puede ofrecer presagios, esta alma será algún día capaz de las cosas más bellas. El juicio que hizo de los primeros Ensayos, mujer, y en este siglo, y tan joven, y sola en su región, y la buena voluntad que tuvo hacia mí a partir únicamente de la estima que concibió por mí, antes de verme, es un acontecimiento de muy digna consideración."   "De la presunción", Libro II, Ensayos; redacción inicial.
Apology for the Woman Writing (2009), es una recreación de la vida de Marie de Gournay, fille d'alliance de Michel de Montaigne y editora de la tercera edición de los Ensayos, de su relación con el autor y con su obra, y de su vida posterior a la desaparición del filósofo, marcada por el empeño en dar a conocer la obra del perigordino y en componer una obra intelectual que diera muestra de la valía de su inspiración.

El libro muestra un retrato amable de Montaigne, inspirado por los datos biográficos conocidos pero apoyado principalmente por el personaje protagonista de su obra, es decir, él mismo: "je suis moy-mesme la matiere de mon livre". En el tiempo que ambos comparten, se halla uno de los momentos más logrados: el ataque que sufre Marie después de su primera lectura de los Ensayos, un colapso físico que su madre toma por pérdida del juicio consecuencia de las horas que pasa en la biblioteca, y su hermana, destinada a un convento, por un éxtasis místico, cuando, en realidad, lo que aqueja a Marie son los síntomas de la devoción.

"[Montaigne] veía su [de Marie de Gournay] necesidad de ser para él lo que nunca podría ser, y cuando ella misma percibía su imposibilidad, su necesidad de ser algo más que nunca sería, que él nunca le permitiría ser."
Como era de esperar, los capítulos dedicados a la relación de Marie con los Ensayos constituyen el grueso de la obra; en ellos, Diski se recrea en las dudas de Marie acerca de "modificar" su presencia en la obra de Montaigne, entre darse más relevancia o mantener el original que salió de la pluma del perigordino, y la incertidumbre con respecto al dictamen de la posteridad referente a las modificaciones de la edición de Burdeos, acerca de si se trata de los últimos añadidos del autor o de la injerencia de Marie.

Después de la muerte de Montaigne, Diski introduce a otro personaje, Nicole Jamyn, la criada que acompaña a la edad madura de Marie durante más de cuarenta años de vida deslucida, de silencios elocuentes y de complicidades disimuladas, a lo largo de los cuales la presencia social de su ama se va disolviendo, olvidando su contribución en mantener viva la obra de Montaigne e impidiendo, ignorándola o vejándola directamente, ocupar el sitio que ella creía que le correspondía en el Parnaso francés.


Calificación: ***/*****

Montaigne en mouvement. Jean Starobinski. Gallimard, 1993
Starobinski parte de la renuncia de Montaigne al mundo de las apariencias para preguntarse cómo, después de renegar de la validez de las palabras, le fue posible componer una obra cuyos argumentos reposan en el puro lenguaje. Para ello, parte de la noción de mouvement, aquí más recorrido que movimiento, para rastrear en los Ensayos el camino que siguió el autor para llegar a su punto de destino, los propios Ensayos, partiendo de esa negación inicial, para llegar a investigar la propia noción de recorrido cuya influencia indaga en la obra, tanto como opción ética como intelectual pero, sobretodo, en su aspecto dialéctico. A pesar de sus contradicciones -¿qué otra cosa debería esperarse de un texto como los Ensayos? "Je suis moy-mesme la matiere de mon livre" es una declaración de subjetividad-, Starobinski ve una autenticidad que los subjetivistas modernos han perdido, enredados en discusiones ideológicas bizantinas intrínsecamente improductivas, porque la subjetividad de Montaigne nunca es absoluta pues ese sujeto está en permanente cambio; es precisamente la imposibilidad manifiesta de acceder a La Verdad la que valida esa introspección, auxiliada por el recurso a los clásicos del pensamiento escéptico -una elección parcial pero coherente-, ampliamente representados en las citas de los Ensayos, pero también a los ejemplos que representaron para el perigordino los casos de su padre y de su amigo Étienne de La Boétie.

Encerrado en un siglo remoto y asediado por la hermenéutica, la lectura actual de Montaigne debe partir precisamente de ese anacronismo para desembocar en la contemporaneidad del tratamiento que ofrece a los temas principales de su obra, la dialéctica "dentro-fuera", expresada en las dicotomías sujeto-mundo, cuerpo-alma; pero también en el dinamismo del pensamiento montaigniano, para el cual la única forma de aprehender y comprender un mundo fenoménico en constante cambio sólo puede ser desde un punto de mira también móvil; por si hiciera falta algún tipo de justificación, ahí está la prudencia -esa sí fruto de la época; actualmente mejor cabría hablar de sospecha- con que trata las manifestaciones trascendentes, permanentes por naturaleza, de ciertas ideas políticas y de la religión. Como ya se ha dicho hasta la saciedad, la virtud principal de Montaigne es su capacidad para argumentar con respuestas del siglo XVI a cuestiones del XXI: las condiciones para el "vivre à propos" en su época mantienen su completa validez, precisamente porque sostenían esa concepción del mundo en perpetuo cambio.

Sobrepasa las intenciones de esta breve e inexperta referencia al trabajo de Starobinski profundizar en sus tesis, pero su enfoque, su punto de vista, de la relación entre la obra Montaigne y el concepto de movimiento/recorrido/cambio -algunas de las acepciones a que da lugar en término mouvement del título- es un excelente punto de partida para una de las posibles relecturas de los Ensayos, esa ópera magna del pensamiento universal cuya actualidad, mofándose de interpretaciones sesgadas y malintencionadas, no hace más que confirmarse siglo tras siglo.

Calificación: *****/*****
De la amistad extrema. Montaigne y La BoétieJean-Luc HennigAriel, 2016
Traducción de Ana Herrera Ferrer
Desde el siglo XVI, cuando Michel de Montaigne escribe su ensayo "De la amistad" -Ensayos (Essais), Libro I, XXVII-, este concepto ha pasado por tantas vicisitudes , de las cuales el reciente fenómeno de las redes sociales no es más que una última vuelta vuelta de tuerca, que parece imprescindible un nuevo marco definitorio, actualizado pero sin intenciones de definitivo. No es un mal punto de partida un análisis de la amistad en Montaigne tomando como referencia el Discurso sobre la servidumbre voluntaria (Discours de la servitude volontaire) de Étienne de La Boétie, amigo declarado del perigordino y merecedor de uno de los fragmentos más conocidos de los Ensayos:
"Si on me presse de dire pourquoy je l'aymoys, je sens que cela  ne se peut exprimer, qu'en respondant: Par ce que c'estoit luy, par ce que c'estoit moy",
para validar la autenticidad de la amistad como estrategia contra la tiranía, contra la servidumbre voluntaria y como reserva última de la libertad de espíritu. Sin embargo, de la intención a lo escrito puede mediar un abismo cuando el "ensayista" es otro integrante del lobby de los indocumentados que ha leído un libro y ha sido agraciado con una revelación, efectuando una lectura parcial que intenta hacer coincidir con sus obsesiones, genera una hermenéutica íntegramente opaca, luce una erudición de salón, cita con exceso, trae referencias insólitas y hace uso de una bibliografía tendenciosa; en fin, lo de siempre, la demostración de lo peligroso que es un indocumentado con una teoría. Si existen libros imprescindibles, necesarios, indiferentes, accesorios e inútiles, este es un digno representante de la última casilla.

Calificación: sin calificación.

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