La Costa de Chicago. Stuart Dybek. Editorial Pálido Fuego, 2019 Traducción de José Luis Amores |
El Chicago de Dybek es un Chicago real, a orillas de un mar improbable, que puede ser evocado tanto por las fantasías de la niñez como por los escalofríos del primer amor y la inevitabilidad de la muerte —aunque sea de insectos, aunque las lápidas sean chapas de cerveza, aunque la muerte alcance, de súbito, al exterior derecho—, con barrios amenazados de ruina pero con una población inmigrante empeñada en reconstruir su vida; o por el gamberrismo joven carente de mala intención pero que acude en socorro de una identidad en formación. Una cartografía que incluye un recuerdo en cada cruce, una enemistad en cada glorieta, una pelea en cada rotonda, una aventura en cada esquina, una huida apresurada en cada puente de la autopista.
Un realismo pertinaz traslada al papel los olores de la calle de los restaurantes, el traqueteo del tren por el paso elevado, los gritos de la afición de los Socks. Recorre la noche de los centros comerciales y de los barrios más humildes y sigue los pasos de la diversa fauna de noctámbulos que pueblan las calles como espectros en busca de redención: músicos callejeros que repiten machaconamente sus ritmos, yonquis desesperados en busca de la próxima dosis, parejas a la caza de la ración de oscuridad que deje al tacto como único sentido útil, adolescentes apurando al reloj para consumar su primera transgresión; las pesadillas de las noches sin sueño de los insomnes, el deambular sin destino de los hombres y mujeres en busca de la aventura que les permita regatear, aunque sea momentáneamente, la sombra de la soledad. Una ciudad a la que las calles de los suburbios y los edificios de viviendas humildes dotan de vida material, sensible, efectiva, sometida a los vaivenes de la existencia, a los cambios de humor y a los achaques de la edad cuando ve aproximarse la muerte en forma de demolición y su definitiva extinción entre amplias avenidas, espaciosos parques y flamantes rascacielos de acero y cristal.
Dybek escribe relatos de factura clásica, impecable ejecución y luminoso desarrollo que ofrecen una visión particular de una megalópolis —intercambiable hasta la colisión con la particularidad inevitable que caracteriza toda ciudad— arrancada del curso del tiempo por la cotidianidad de sus habitantes.
Calificación: ****/*****
1 comentario:
Dybek's Chicago is a real Chicago, on the shores of an unlikely sea, which can be evoked both by the fantasies of childhood and by the chills- get professional assistance with reaction essay here.
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