Penitencia y rehabilitación. Aforismos. Maximiliano de Habsburgo. Renacimiento, 2016 Prólogo de Alfonso Reyes. Edición y epílogo de Javier Perucho |
Exécution de l'Empereur Maximilien du Mexique, 1868, Édouard Manet. Wikimedia Commons |
No es, por tanto, el Maximiliano Emperador sino el Maximiliano ilustrado el que recoge la tradición aforística europea, particularmente y por cercanía, pasada por el tamiz sajón de Lichtenberg, y redacta esas notas, más fruto de lo que ha observado y vivido que del trabajo intelectual, y que poseen la curiosidad de estar escritas por quien ostentaría, pocos años después de su publicación, una posición política relevante, un Imperio, al fin y al cabo, y cuyo desempeño validaría o inutilizaría aquellos propósitos enunciados en forma de aforismo; es cierto que se trata, en algunos casos, de un conservadurismo a ultranza pero, teniendo en cuenta el contexto histórico y personal, no cabría otra alternativa.
A título de ejemplo, transcribo algunos de esos aforismos relacionados con el poder y con su ejercicio.
"El miedo y la ambición son los motores de la rueda del mundo."
"La modestia en el que gobierna puede llegar a ser un defecto de los más graves y peligrosos y causar grandes desgracias en el mundo. Hay manifestaciones de sentimientos que en una condición humana son virtudes, crímenes en otra, y en otra más simplemente una comedia. Un soberano, en el interés de su mismo país, no debe mostrarse modesto respecto de su propia situación: hacerlo es olvidar la dignidad del Estado con la suya propia, y no puede ser modesto respecto de sus talentos y de sus méritos, porque ello sería disminuirlos a costa de su pueblo."
"Existe una gran diferencia entre gobernar y mandar: para gobernar se necesita arte, para mandar bastan la brutalidad y el hábito."
"La confianza pública es el aceite en los ejes del carro del Estado."
"Desgraciados los hombres que mirar a sus subordinados como medios para llegar a fines. ¡Oh, y cuántos hay de esos que pretenden ser grandes hombres, que consideran a las criaturas de Dios como un pedestal y como carne de cañón."Todo parece indicar que el caso de Maximiliano sería una de las muchas refutaciones de la posibilidad real del príncipe ilustrado -o rey filósofo- aunque, al menos desde el punto de vista actual y con la perspectiva histórica de un siglo y medio, también da la impresión de que el México del siglo XIX era también el ejemplo del pueblo que no es digno de quien rige sus destinos.
La sede electrónica de la Biblioteca Virtual Miguel de Cervantes alberga un archivo de la traducción de José Linares y Luis Méndez de Recuerdos de mi vida. Memorias de Maximiliano en los dos volúmenes originales.
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