«No es el escritorio lo que engendra a la literatura y no reside ya entre las cubiertas de los libros. No es ningún producto que encontramos en los paralelepípedos de tapa dura, forrados en cuero, que alineamos, para mayor seguridad, en vitrinas, parecidas a invernaderos. Su valor lo saca de aquello que no es, de nuestras vidas, del mundo, de su capacidad de modificarlos, de exaltarlos. Es visión, fuerza creadora —poïein—, acceso a las profundidades, a las profusiones escalonadas bajo el velo opasco de la ilusión necesaria, de la realidad. Es misterio desvelado, secreto descifrado, versión de la existencia que aquello que dio lugar a la nuestra nos había hurtado y que ella saca a la luz, tierras reconquistadas, tiempo recobrado. Presupone la experiencia de los lugares y de las horas, la prueba sin la cual ni el yo ni las palabras son más que un ruidito, un deseo hueco y vano».
«Jacques Réda», en La invención del presente. Pierre Bergounioux. Shangrila Textos Aparte, 2023. Traducción de Rubén Martín Giráldez
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