9 de junio de 2017

American Gods

American Gods. Neil Gaiman. Roca Editorial, 2016
Traducción de Mónica Faerna
"Los dioses mueren. Y cuando mueren de verdad nadie los llora ni los recuerda. Las ideas son más difíciles de matar que las personas, pero también se pueden eliminar, en definitiva."
Debo empezar esta Fe de Lectura con el reconocimiento de una carencia: la de haber llegado con retraso a la lectura de un libro de Neil Gaiman, con el agravante de que esa demora implica no haber leído American Gods (American Gods, publicada originariamente en 2001, reeditada con ocasión del X Aniversario, con un prólogo del autor, en 2011). Como diría el clásico -ruso; por tanto, doblemente clásico-, las razones para escoger un libro u otro son muy parecidas, mientras que las de posponer la lectura cambian con cada libro.

Sombra está a punto de cumplir una condena cuando es excarcelado anticipadamente por el fallecimiento de su esposa. De regreso a casa, un retorno accidentado por culpa de una tormenta, conoce a un tal señor Wednesday, que parece saberlo todo de él y que le ofrece trabajo; esa tarea consistirá, principalmente, en acompañarle y, si se diera el caso, defenderle de sus enemigos.

Pero a partir de ese pacto, a Sombra empiezan a ocurrirle cosas realmente extrañas, como recibir una paliza de unos desconocidos por un motivo que no acaba de desentrañar, o que se le aparezca, no un fantasma sino de carne y hueso, su mujer fallecida.
"La ficción nos permite deslizarnos al interior de esas otras cabezas, de esos otros lugares, y mirar a través de los ojos del otro. En el relato nos detenemos justo antes de morir, o morimos de forma vicaria y sin sufrir daño alguno, y en el mundo que está fuera del relato pasamos la página o cerramos el libro, y continuamos con nuestra vida."
Cada país necesita sus propios dioses. América es el campo de batalla en el que los dioses que trajeron los emigrantes -algunos, los supervivientes, pues otros han desaparecido al morir el último de sus fieles- y los dioses aborígenes se enfrentan con los nuevos, aparecidos después de la colonización. Wednesday, encarnación humanoide de Odín, El Padre de Todos, es partidario del enfrentamiento abierto para asegurar su supervivencia, pero no todos los que han acudido a su convocatoria -una magra representación- están por la labor, por dejación o por desinterés, o por no reconocer el liderazgo que se atribuye Odín. Para reclutar al resto y asegurarse su fidelidad, Wednesday y Sombra recorren el país para encontrarlos y ponerlos de su parte a fin de contar con la hueste suficiente para sobrevivir a la tormenta que se avecina -una tormenta de la que todos son conscientes, se unan o no a Wednesday- y que decidirá su permanencia o su definitiva desaparición.
"Este es el único país del mundo que se preocupa por lo que es."
La trama principal, el reclutamiento, es complementada por pequeños relatos de carácter mítico, generalmente expresados de forma oral por alguno de los personajes secundarios, recordando y reforzando el origen de los mitos, cuyo conjunto compone, a la vez, una trama paralela y una ampliación de la principal. La propia estructura de American Gods, el viaje de reclutamiento, la aventura en cada parada, y la red tejida por las historias particulares de los personajes, es un claro homenaje a los textos de los grandes clásicos, desde la repetidamente citada en el texto Historia de Heródoto hasta el propio Quijote.
"Somos símbolos; somos el sueño que la humanidad crea para encontrarles un sentido a las sombras en las paredes de la caverna."
Los dioses antiguos ya han sobrevivido a miles de batallas y, debido a su edad, pero también a sus atributos, han resistido también a su propio anacronismo: dejar de ser efectivos y convertirse en leyenda ha sido lo que ha asegurado su permanencia. Los nuevos dioses, en cambio, más sujetos a los avatares de la actualidad, viven apegados a un presente que es el que les da la vida y en el que descansa su utilidad; pero su existencia es mucho más frágil y pueden pasar a la irrelevancia en el mismo momento en que surja un nuevo invento o una nueva tecnología. Su afán por acabar con los dioses antiguos no es tanto por una cuestión de supervivencia -la existencia de ambos es perfectamente compatible con sólo unos pequeños ajustes- sino por querer copar los altares de aquellos y acceder a la inmortalidad. Para los dioses antiguos, la guerra es un enfrentamiento por su subsistencia; para los nuevos, lo que está en juego es su entronización.
"-Sí, seguimos viviendo en la Tierra Elegida por Dios [...]. Lo único que hace falta saber ahora es: ¿cuáles son esos dioses?"
American Gods es un texto que intenta dotar de carácter mítico una tierra sin pasado -o con un pasado no asumido como propio-, una novela entretenida que fue merecedora de los dos premios más prestigiosos de la literatura de género, el Premio Hugo y el Premio Nebula, y la que, si algo se le puede objetar es, al menos en esta versión publicada últimamente, una excesiva extensión.

Calificación: ***/*****

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